jueves, agosto 21, 2008

Educación en Ingeniería

Por: Félix Londoño G. Director de Investigación y Docencia, Universidad EAFIT
Portafolio. Año 14. Número 3075. Pp. 31. Jueves 21 de agosto de 2008.

Estuvo de visita en Eafit, con ocasión de la celebración de los 30 años de su Escuela de Ingeniería, la doctora Lueny Morell, directora de Innovación Educativa en Ingeniería de Hewlett Packard. La ocasión, más allá del festejo, tenía el propósito de avivar la discusión académica sobre el asunto en mención que es la especialidad de la visitante, y es un tema que ocupa hoy la atención mundial. Señaló la doctora Morell, por ejemplo, que en la actualidad Japón cuenta con la mitad de los estudiantes de ingeniería que tenía hace 10 años.
¿Dónde reside el quid de la problemática sobre la enseñanza en ingeniería? Escuchando a la doctora Morell, me encuentro con una baraja de por lo menos cinco cartas, todas ellas en la categoría de ases: actitud, motivación, innovación en los procesos de enseñanza aprendizaje, formación de doctorado, e investigación.
El mundo es cada vez más tecnológico, es la realidad que encuentran al nacer las nuevas generaciones: rodeados de novedosos dispositivos y de grandiosas obras de ingeniería. ¿Cuál es la actitud de cada ser humano frente a la tecnología que le rodea y frente a la ingeniería requerida para construirla y transformarla? De un lado, están los que la dan por un hecho, los choferes de la tecnología. De otro lado, están quienes la asumen como una obra digna de ser recreada y/o transformada, los ingenieros. Lo cual lleva a la segunda carta, la de la motivación. En la infancia, en la escuela, no basta con enseñar, ante todo hay que motivar y ayudar a construir una actitud de asombro y de ingenio, un verdadero gusto por la ingeniería.
El centro de la discusión gira para la doctora Morell en el tema de la enseñanza y el aprendizaje, y nos invita a renovarnos hacia lo que ella llama 'La educación en Ingeniería para un mundo plano'. De entrada señala que "si nos pusiéramos en la perspectiva del que está aprendiendo enseñaríamos distinto". Es un llamado a repensar la enseñanza en todo su espectro buscando innovar a fondo los programas, sus currículos, y, sobretodo, el proceso de enseñanza aprendizaje, tal que conduzca a una verdadera motivación frente a la ingeniería como posibilidad de proyecto de vida personal y social.
El desarrollo del talento humano es el hilo conductor en el juego de la denominada baraja. Una verdadera motivación ha de culminar en el título de doctor para cada infante que sea tocado por el reto de la ingeniería. En palabras de Morell: "Es finalmente, en el nivel de educación superior, donde está la gente que puede causar un mayor impacto de forma más rápida". Es también el fundamento para la construcción de una capacidad propia de hacer investigación, factor clave para la creación de riqueza y calidad de vida.

martes, agosto 19, 2008

Diversos, complejos y cambiantes

Por: Félix Londoño G., Director de Investigación y Docencia - Universidad EAFIT
Palabra & Obra - El mundo. Viernes 8 de agosto de 2008.

El sentido de laboratorio, en su acepción tradicional, indica un lugar provisto de los instrumentos necesarios para realizar experimentos o investigaciones científicas y técnicas de física, química y ciencias naturales. Con el paso del tiempo, el término ha adquirido otras connotaciones. El laboratorio es también el lugar donde se realizan análisis biológicos y es la empresa que fabrica productos farmacéuticos. Seguramente, muy próximo a desaparecer con la convergencia de la tecnología digital, el laboratorio es igualmente un lugar donde se realiza el revelado de negativos fotográficos. En proceso permanente de transformación con la incorporación en ellos de las tecnologías computacionales, también existen los laboratorios de idiomas, entendidos éstos como los lugares donde los aprendices de una lengua se entrenan en su práctica. En un sentido amplio y en el contexto de la ciencia, el laboratorio de investigación es un lugar donde se hacen trabajos de índole técnico o científico.

Los laboratorios de investigación, y en general los espacios en que tienen lugar los avances científicos, se transforman marcados por el ritmo y compás de los adelantos mismos de la ciencia. Los nuevos retos traen consigo el desarrollo de una instrumentación científica cada vez más diversa y de mayor complejidad para responder a los requerimientos de observación y medida de los fenómenos bajo estudio. De los laboratorios fundacionales de los alquimistas, con espacios y utensilios prestados de las cocinas de las casas, se ha pasado al desarrollo de un amplio espectro de lugares e instrumentos que inclusive traspasan las fronteras físicas del planeta. La Estación Espacial Internacional, cuya construcción se inició en 1998, orbita alrededor de la tierra a 386 kms., y el telescopio Hubble lo hace desde hace ya varios lustros en una órbita a 600 kms. Es oportuno recordar, como referencia, que la luna se encuentra en una órbita a 384 kms. El estudio de los componentes fundamentales de la materia, y con ello el entendimiento del origen de la vida y el acercamiento al instante del “big bang”, demanda un equipamiento cada vez más sofisticado. El tamaño de los aceleradores de partículas ha pasado de ser de unos pocos metros de circunferencia, como lo es en el caso del sincrociclotrón, al de obras ciclópeas como el LEP (Large Electrón-Positron Collider), y el en proceso de construcción LHC (Large Hadron Collider) que hacen parte del complejo Laboratorio Europeo de Física (Cern), donde las partículas giran a una velocidad próxima a la de la luz en un anillo de 27 kms. de circunferencia.

Fenómenos sociales

No todos los laboratorios requieren de una dotación técnica sofisticada. ¿Cuáles otros, sino los espacios mismos de la complejidad de los grupos humanos y de sus campos de acción, podrían ser los lugares apropiados para el estudio de los fenómenos sociales? En muchos casos la instrumentación requerida consiste en la observación rigurosa que, seguida de un análisis cuidadoso, ha de concluir con la utilización contundente del poderoso instrumento de la abstracción. Como los fenómenos sociales, muchos otros fenómenos que tienen lugar en los confines de nuestra biosfera, están ahí disponibles, en los laboratorios sociales y naturales, simplemente a la espera del ojo avizor humano para su estudio y entendimiento.

Además de la transformación física, rebasada por la complejidad de las instalaciones, en ocasiones se trata de una transformación de las funciones, más aún si se considera la manera como hoy día se constituyen y definen las formas de operación y administración de muchos laboratorios que, más que ser espacios abiertos para a la creatividad, adquieren las características propias de una línea de producción de tipo industrial debidamente planeada y administrada.

Ayuda del software

La concepción tradicional del laboratorio está también siendo transformada de manera revolucionaria por la forma como el computador, de manera transversal, independientemente de la disciplina, ha sido integrado al equipamiento propio de cada laboratorio.

Mediante software especializado, el computador hace las veces de un instrumento versátil que emula y complementa la funcionalidad básica de gran parte de la instrumentación tradicional de los laboratorios. El computador es por excelencia una poderosa herramienta de modelación y simulación mediante la cual se ha potenciado la capacidad humana de desarrollar procesos de análisis de datos e información.

Es con el apoyo de las tecnologías de informática y comunicaciones que se ha contribuido a la interconexión en red de múltiples laboratorios alrededor del mundo, posibilitando y potenciando el trabajo colaborativo en proyectos que, siendo de interés para la humanidad, resultan de una gran envergadura para poder ser abordados por un solo laboratorio de manera individual.

Uno de los casos más recientes y de mayor impacto en este sentido es el proyecto del Genoma Humano, un esfuerzo internacional de 13 años iniciado formalmente en octubre de 1990 y completado en el 2003 que permitió descubrir y poner a disposición de la humanidad, para su estudio posterior, un total de entre 20.000 y 25.000 genes humanos.

En el contexto de las plataformas de informática y de comunicaciones como instrumento esencial para posibilitar el trabajo colaborativo entre laboratorios geográficamente distribuidos, Internet juega un papel esencial. ¿Acaso está Internet destinado a ser el sustrato sobre el cual ha de configurarse la web global de laboratorios de investigación?

Se trata por tanto no sólo de la transformación del concepto físico del laboratorio sino además de la transformación de la forma como opera y funciona. Una de las tendencias más evidentes es la del proceso de “virtualización” y en algunos casos de automatización de algunas de las funciones del laboratorio, no sólo de su instrumentación sino además de las posibilidades de su aprovechamiento colectivo, consideradas las dimensiones espacio tiempo. En muchas situaciones, como es el caso en algunos de los ejemplos referidos, los datos y la información se registran, comparten y analizan bajo esquemas geográficamente distribuidos y en tiempo real.

Así que el laboratorio, en su versión moderna, y en proceso permanente de transformación, es una entidad diversa, compleja y cambiante.
Evoluciona a la par que avanzan los desarrollos y se renuevan los retos de la ciencia.
Su concepción original, la de un espacio físico específico dotado de ciertos instrumentos para realizar trabajos técnicos o científicos, ha dado paso a formas complejas, flexibles y variables que posibilitan el aprovechamiento colectivo de los múltiples beneficios de la instrumentación en red.

martes, agosto 12, 2008

Modelo de Negocio

Por: Félix Londoño G. Director de Investigación y Docencia, Universidad EAFIT
Portafolio. Año 14. Número 3067. Pp. 31. 12 de agosto de 2008.

Un modelo de negocio es una representación que permite entender la manera como una organización crea valor, y se elabora a partir de las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que la organización ofrece? ¿A quién se lo ofrece? ¿Cómo lo ofrece? Y lo más fundamental, ¿cómo es qué la organización crea valor a través de su oferta? Un modelo de negocio se representa usualmente como un conjunto de bloques interrelacionados que dan respuesta a estas preguntas, señala Alexander Osterwalder, uno de los estudiosos del tema, y quien además propone una plantilla de nueve elementos para hacer efectiva su síntesis.

Más allá del concepto base y de la herramienta que soporta su desarrollo, un modelo de negocio posibilita, y de hecho desencadena, una mirada más amplia y más profunda sobre la organización y sobre nuestro rol en la transformación de la misma. Un modelo de negocio nos reclama como cartógrafos, como diseñadores de la organización. Ya lo han señalado varios gurús: El diseño no es solamente un asunto de moda; cualquier negocio debe ser abordado desde la perspectiva del diseño. La organización hay, ante todo, que diseñarla, y rediseñarla de manera permanente.

El modelo de negocio es quizá el instrumento más potente del que se pueda echar mano para potenciar la innovación. Una vez construido, es a través de su visualización concernida que podemos considerar el tránsito desde las condiciones existentes a una miríada de nuevas posibilidades, allí mismo reflejadas. El esquema del modelo de negocio debe estar expuesto de manera permanente sobre la mesa, o en una pared visible, atentos a esos visos, en ocasiones amenazas, en otras oportunidades, que definen finalmente el futuro de la organización, que hoy más que nunca depende de la real capacidad de innovar.

Un modelo de negocio también actúa como brújula para la organización. Es el mapa de navegación para la comunidad que la integra, y debe ser compartido como ese instrumento de visualización que posibilita la co-creación de su propio destino y de su permanente proceso de transformación y reacomodo en el entorno. Los primeros llamados a entender la manera como la organización crea valor, y a considerar nuevas innovaciones en el negocio, son sus propios empleados, ese colectivo que con su hacer contribuye a esa creación de valor en la organización.

Un modelo de negocio cambia, de entrada, la conversación sobre los problemas y sobre las personas hacia conversaciones sobre las posibilidades y las maneras de contribuir a la creación de valor e innovación en el contexto del ecosistema en el que la organización se encuentra inserta. En este sentido el modelo de negocio, como representación, provee, sin lugar a dudas, un marco mental que sirve de referencia para el desarrollo de las ventajas competitivas de la organización.

martes, agosto 05, 2008

La soledad como negocio

Por: Félix Londoño G. Director de Investigación y Docencia, Universidad EAFIT
Portafolio. Año 14. Número 3061. Pp. 31. 5 de agosto de 2008.

Quién lo creyera, hay muchos negocios que en el fondo lo que hacen es sacarle partido a la soledad del ser humano. Las solas y los solos en un bar. Los solitarios buscando socializar en las extendidas noches de un fin de semana, en los múltiples y diversos lugares de entretenimiento.
La soledad como negocio. Solo que el asunto, que no tiene nada de nuevo, toma su tinte de interesante ahora que tiende a masificarse, expandiéndose a través del intricado mundo de la redes. De el proceso de reingeniería, tradicional negocio de la telefonía fija al, hoy tan boyante, negocio de la telefonía móvil hay un marcado proceso de innovación que se sustenta en una nueva manera de beneficiarse de las redes sociales. ¿No se están convirtiendo, acaso, en negocios que le sacan provecho a la soledad iniciativas como Second Life, MySpace, Facebook, Habbo Hotel, y los cientos más de sitios de comunidades que batallan hoy día por un lugar de preeminencia en la Web? Todos ellos buscan explotar comercialmente, de una u otra manera, el boyante mercado de las pasiones humanas.
Además de salir al andén de tu casa a conversar con tu vecino ya hoy día es igualmente viable pasarte un buen rato en el andén de la virtualidad espantando tu propia soledad y buscando, de paso, nuevas experiencias sicológicas.
Todo pareciera ser un negocio de comunicaciones, pero es mucho más que esto. La virtualidad si que aguanta con la publicidad. Y que bien que conecta con los negocios de los estilos de vida y con los negocios del narcisismo. La gente, además de cuidar su imagen en la vida real, está hoy, más que nunca, empecinada en cultivar su existencia en la red. Así que en el fondo, como ya lo muestran claramente los hechos, se trata de un negocio de mercados y de mercadeo que ha encontrado un nuevo y lucrativo espacio de desarrollo. No hay que olvidar que día a día se incrementa ese grueso de habitantes del planeta, clientes conocidos como la generación del milenio, que nacieron con la conectividad, el entretenimiento y la convergencia digital.
Es también mucho más que un negocio de comunicaciones y de mercados porque, como igualmente se viene demostrando, la conectividad social puede muy bien derivar en productividad. La conectividad, además de servir de sustento a un buen ambiente para atraer anacoretas, es ante todo una buena plataforma para soportar procesos colaborativos y de coordinación intra e interinstitucionales. Decantadas las cosas tal vez se esté haciendo realidad el idílico reino de los mundos paralelos, y la posibilidad de transitar en ellos con una doble personalidad: la de aquí y la de allá. Después de todo, tal vez no vamos a estar tan solos.