viernes, octubre 09, 2009

Una vecindad que se transforma

Gente Envigado - septiembre 26 de 2009
Avecindado en la Loma del Escobero por algo más de 15 años, percibía entonces en esta vía un aire de pasado. Una carretera sin salida que en los altos era camino de arriería, y por donde aún transitaban ejemplares de la flota cagajón. Restos de fondas montañeras a lado y lado de la calle resistiéndose a lo imperioso del pavimento. Más arriba un pequeño monasterio incrustado entre neblinas.

El presente trajo sus cambios. La calle se transformó en arteria con salida hacia el Retiro. En el orden natural de las metamorfosis el convento se volvió colegio. Curiosamente, y como mata de escoba que retoña, también aparecieron otras instituciones educativas en la vía. Multiplicidad de guarderías, escuelas y colegios. La educación como insignia alternando entre campiñas y entre las sombras de las fondas.
El futuro es caprichoso. El tráfico vehicular es como un río que moldea sus vertientes. Las instituciones educativas han ido cediendo su espacio a sitios de esparcimiento. A lado y lado de la vía estaderos que en las noches acallan su silencio. Ahí están los referentes del mañana. ¿Una vía como las Palmas? ¿Cuánto más nos queda de vecindad?