lunes, abril 28, 2008

Regionalización de la ciencia

Por: Félix Londoño G.
Director de Investigación y Docencia, Universidad EAFIT
El Mundo. Lunes 28 de abril de 2008. Página A/4

Recientemente se celebró el Seminario Internacional sobre Políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación. Evento organizado por el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (COLCIENCIAS), el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y el Departamento Nacional de Planeación (DNP), como parte del proceso de enriquecimiento de la discusión de la Política Nacional de Fomento a la Investigación y la Innovación.

En el centro de la discusión está el proyecto de la nueva Ley de Ciencia y Tecnología actualmente en consideración en el Congreso de la República. El tema de fondo es, por lo tanto, el establecimiento de una política nacional, el marco jurídico apropiado, y el correspondiente entorno sistémico para el desarrollo de la Sociedad del Conocimiento en Colombia; usando para ello el trampolín del desarrollo científico. Todo esto enmarcado en el contexto de otras iniciativas y proyectos tales como “El Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010”, y “2019 Visión Colombia II Centenario”, en los que ya de hecho se ha planteado la tarea de fundamentar el crecimiento y el desarrollo social en la ciencia, la tecnología y la innovación.

En palabras de uno de los expertos internacionales: “…Es un asunto de destino nacional.” Se trata de elevar al primer plano del nivel institucional, a un tema de estado, a la ciencia, reconociendo el papel que ella juega en la construcción del futuro de nuestra sociedad. Los ejes temáticos en que se organizó el evento se corresponden con los elementos nucleares requeridos, por desarrollar y/o consolidar, en ese entorno sistémico que le sirve de soporte hoy día a la Sociedad del Conocimiento. Sustentan este marco conceptual diversos referentes internacionales, algunos de los cuales fueron presentados en el evento, y que muestran con creces el éxito y el impacto que los mismos han tenido en sus correspondientes países.

Como uno de esos ejes medulares se plantea la tarea decisiva de contribuir a la creación y establecimiento de unos sistemas regionales de Ciencia, Tecnología e Innovación que desde lo local contribuyan al desarrollo de una masa critica capaz de aportar a los circuitos nacionales e internacionales de creación de nuevo conocimiento, y fundar en ellos las bases de nuestro propio desarrollo. Para ello se debe asumir de manera decidida el papel de La Ciencia y la Tecnología en el marco de las políticas de Desarrollo Regional. Es necesario además, a mi modo de ver, considerar varios elementos en el trazado de estos sistemas locales.

Cada región, partiendo de sus ventajas comparativas y competitivas, deberá preguntarse por sus vocaciones económico-sociales y, a partir de ellas, definir unos temas y/o sectores estratégicos en torno a los cuales puedan iniciarse unos programas piloto de avanzada en investigación e innovación. En este sentido, a manera de ejemplo, llama la atención uno de los casos presentados por uno de los conferenciantes internacionales que señalaba: “En Finlandia la madera es high tech, alta tecnología.”

Como parte medular del engranaje deben fortalecerse, en los contextos regionales, las ya referidas capacidades en ciencia e innovación en torno a las diversas formas organizativas que hoy día configuran este tipo de sistemas, entre otras: grupos y centros de investigación, unidades de emprendimiento, sistemas de parques e incubadoras, centros de desarrollo tecnológico, y unidades de investigación y desarrollo. Condición sine qua non, para darle un sustento firme y de largo aliento al sistema, es avanzar en la creación de un sólido sistema educativo con programas de doctorado, y que considere la formación de investigadores desde la más temprana infancia.

En el estado actual de cosas, quizá uno de los principales retos consiste en desarrollar y/o articular la institucionalidad al frente de los sistemas regionales. Debe ser un elemento crucial en la discusión del proyecto de Ley de Ciencia y Tecnología que actualmente cursa en el Congreso. ¿Está lo regional en ciencia más allá de los límites departamentales? ¿En cabeza de qué entes recae la responsabilidad de dicha institucionalidad? ¿De qué tipo y cómo deben ser las relaciones entre los sistemas regionales, y entre estos y la institucionalidad central nacional? ¿De dónde y como se provee la financiación? Múltiples son las preguntas, pero lo que si está claro es que una adecuada regionalización de la ciencia es el camino cierto mediante el cual las regiones pueden insertarse en el marco de un desarrollo incluyente y equilibrado con referencia al contexto nacional. De acá que se insista en que los temas de Ciencia, Tecnología e Innovación hagan parte vital de los Planes de Desarrollo Municipales y Departamentales y de las diversas agendas de regionalización.

La tarea no es solamente un asunto de estado, ni de las entidades que asuman la institucionalidad requerida; tampoco es exclusiva de las universidades en donde usualmente se instala la capacidad investigativa. Es un asunto de todos, y en esto el sector productivo resulta ser un actor fundamental. En tanto siendo el agente llamado a canalizar a través de innovaciones la apropiación social de los resultados de investigación, termina siendo uno de los principales apostantes en el sistema. De nuevo vienen a colación los múltiples ejemplos demostrativos de los ya referidos casos internacionales. De acá la importancia de la tan necesaria articulación Universidad-Empresa-Estado en la que con tanto ahínco se viene insistiendo últimamente.

jueves, abril 17, 2008

El rito de las asambleas

Por: Félix Londoño G.
Director de Investigación y Docencia, Universidad EAFIT
Portafolio. Año 14. Número 2967. Pp. 31. 16 de abril de 2008.

Se va cerrando, por estos días, el ciclo anual de celebración de las asambleas generales ordinarias de accionistas y/o de asociados, al que por ley están obligados los diversos regimenes de sociedades. La asistencia a algunas de ellas me ha hecho sentir participe de una suerte de ritual que ahora asocio con pasajes de algunas ceremonias eclesiales. Hay algo de misa en estos eventos. El desarrollo de las asambleas está signado por protocolos preestablecidos en los que destacan algunos hechos que las signan con visos de actos fastos.

Todo comienza con la citación. Fecha, hora y lugar; y el consabido orden del día. Grosso modo abriendo con, por lo menos, un himno, seguido con la verificación del quórum, la configuración de la asamblea, el informe de gestión, los informes financieros, el informe del revisor fiscal y el usual cierre con proposiciones y varios.

No todos asisten. En ocasiones resultan ser bastante más determinantes los ausentes que, por la vía del voto delegado, o del poder debidamente otorgado, configuran esa nebulosa de participación ficticia que suma en el quórum a las decisiones. Claro que ya se están dando los primeros pasos hacia su realización virtual. Ya reza en algunas de las citaciones “Para quienes no puedan asistir a la Asamblea y deseen, de manera informativa, seguir el desarrollo de la misma, ésta estará disponible mediante SERVICIO DE VIDEOCONFERENCIA POR INTERNET.”

Bastante ritual resultan ser, en ocasiones, los nombramientos del presidente y secretario de la asamblea, y de los delegados para dar el visto bueno al acta. Dado el parte de tranquilidad sobre los estados financieros y la consabida repartición de dividendos, sellan estos rituales, con pérdida de lustre, las decisiones aprobadas a pupitrazo limpio, con la moción de haber sido ya debidamente revisadas y avaladas por la Gerencia y por la correspondiente Junta Directiva.

Pero en lo ceremonial del evento destaca el informe del revisor fiscal. Una lectura testimonial, bastante acartonada en el uso de formatos preestablecidos, que da fe de ciertos principios y leyes. Casi a manera de lectura de evangelio: “certifico que…llevé a cabo mi trabajo de acuerdo con normas de auditoría generalmente aceptadas…la contabilidad se llevó conforme a las normas legales y a la técnica contable…y se tomaron las medidas pertinentes para dar cumplimiento a la ley…”.

Más allá rito del cumplimiento de la ley tendría que hacer eco, a manera de pregunta, en la mente de los asociados, y como música de fondo, su real convicción y compromiso en torno al panorama presentado con los informes de gestión, los planes de desarrollo y las diversas proyecciones mostradas. Como parte del rito, no hay que olvidar que la asamblea es también un acto de bendición en el que el asociado, con su voto, define el futuro de su inversión.

lunes, abril 07, 2008

De las llaves que se tiran y otros olvidos

Por: Félix Londoño G.
El Colombiano – Generación. Página 3. Domingo 6 de abril de 2008.

Con su título original en inglés “My blueberry nights”, traducido al español como “El sabor de la noche”, esta cálida película del reconocido director Wong Kar Wai nos retrotrae de manera sutil, y con una elegancia meridiana, a cosas consustanciales que hay tras el día a día en cada una de nuestras vidas.

La película desarrolla en un primer plano, como arte y parte, el transitar de la protagonista, pero, en simultánea, más allá de su historia se desatan todas las historias que ella ve transcurrir en su función de acuciosa observadora. Su papel es ante todo el de esa espectadora que ve como las puertas se abren y se cierran a través de las vidas de los otros. Historias cotidianas en el llamado mundo americano: lo urbano de la gran ciudad, de la noche al día en los sitios de comida, la vida en la carretera, los bares de la noche, la inconciencia temporal en los casinos. Vivencias transidas todas por una música de fondo con la que se hila finalmente la extraña y compleja trama de las relaciones humanas que discurren en torno a cada una de ellas.

Las llaves combinan con los postres. Una llave que se tira es una puerta que se clausura para siempre. Hay en cada llave el peso de una historia de amor o de desamor. Un postre cerrando la noche es una llave que abre la sensual puerta de la boca. Esta representación, la del beso, que es la imagen de pancarta, carga con todo el magnetismo de las puertas que se abren al amor. Amor que funda la película en el pegamento de la escritura. Ella, la protagonista, se marcha para no ser la misma, y, desde una distancia que se torna variable en la geografía espacio-tiempo, escribe postales, jirones de existencia que al final ella misma recoge, rehaciendo con ellos el sentido de su propia vida.

Así se ata la trama: entre llaves, postres y palabras transcurre, con su sabor a noche, la distancia. Como música de fondo fluyen la confianza, el deseo, el suicidio, el desarraigo y el juego; en fin, el convulso agite de la vida misma vuelto calma en el sosegado pozo de unos ojos.