martes, abril 24, 2007

Para mejorar la educación en Colombia

Por: Félix Londoño G., Director de Investigación y Docencia - Universidad EAFIT
Portafolio. Año 13 Número 2675. Pp. 31. 24 de abril de 2007.

¿Usted qué propone para mejorar la educación en Colombia? Es una de las preguntas que ahora nos rondan. Las respuestas tendrán múltiples variantes, pero es de prever que la mayoría se fundarán, seguramente, en los ya conocidos ejes fundamentales de la educación: alumnos, maestros, currículo, métodos, medios, herramientas, infraestructura y políticas.
Voy a salirme un poco de estos temas, indudablemente esenciales, proponiendo que el trabajo se inicie con los padres o personas que de manera cercana pasan el tiempo con los niños en la temprana infancia. Cuántas biografías no se han escrito de grandes personalidades que relatan la marcada influencia que tuvo entonces en su formación algún abuelo o ser querido. Cuántos padres, mientras viven esos grandes momentos de la gestación y el alumbramiento, no ensueñan entre caricias un futuro de genialidad para sus hijos, o, por lo menos, un mejor porvenir que el que ellos han logrado fraguarse.
El consenso entre grandes pedagogos es unánime: una adecuada estimulación temprana puede ser determinante para el desarrollo de capacidades de aprendizaje a lo largo de la vida; y es quizás en ese período de crecimiento, cuando la incipiente red neuronal apenas se está formando, y cuando el cerebro en su plasticidad de esponja puede absorberlo todo, el momento en el que se despierta en el individuo una motivación duradera por el aprendizaje. Muchos padres lo intentan, en ocasiones debidamente orientados, pero no parece que haya un programa coherente y de largo aliento.
¿Qué hacer exactamente? Como punto de partida aventuraría a decir que así como a las madres se les insiste en la conveniencia de amamantar a sus hijos, es oportuno recordarles también, a ellas y a todos los seres queridos que los rodean, la importancia de amamantarlos igualmente de las fuentes del conocimiento, que en esos años mana naturalmente como estímulo desde el juego y el amor. La realidad es que cualquier evento en el mundo de un niño, por más nimio que sea, puede aprovecharse como una situación de aprendizaje, y lo será en tanto en ello el niño devele la infinitud de preguntas que ese evento encierra. ¿Qué hay en la cabeza del niño que se asombra cuándo una piedra cae en el centro de un arroyo? La polaca Wislawa Szymborska, Premio Nobel de Literatura de 1996, señala en uno de sus poemas que una manera de portarse mal con el cosmos es no haciendo preguntas.
La propuesta sería entonces la de orientar un programa mediante el cual los padres le entreguen a la escuela unos niños motivados y dispuestos a portarse bien con el cosmos, a hacerse preguntas y a sorprenderse por el resto de su existencia; asegurando que luego en los colegios ese arrobo no sea truncado por la inflexibilidad de sus muros.

martes, abril 17, 2007

Objetos de aprendizaje

Por: Félix Londoño G., Director de Investigación y Docencia - Universidad EAFIT
Portafolio. Año 13 Número 2669. pp. 30. 17 de abril de 2007.
Estamos rodeados de objetos, y sorprende la manera como cada día se inventan más artefactos. Pareciera que el mundo fuera una gran talega que en nuestro obsesivo desenfreno tuviéramos que llenar con las cosas que vamos ideando. Para completar, los objetos no son solamente físicos, también los hay digitales. Ya hace varias décadas se concibió en el campo de la informática la 'programación orientada a objetos' como una manera de representar el mundo en el computador. Como resultado, sospechamos que hoy existe, una miríada de cosas que se transparentan en los agujeros negros del mundo digital.

De manera similar, hará poco más de un lustro que se acuñó el término 'Objetos de Aprendizaje'. Buscando dar corporeidad a estas cosas abstractas cabe señalar que uno de los fundamentos de la ''orientación a objetos' es que, además de poseer características, los objetos están determinados por las operaciones que ellos pueden ejecutar o las que sobre ellos se pueden realizar en relación con otros objetos, ya sea del mismo mundo digital o del mundo real. Una silla, o su representación digital 'orientada a objetos', es objeto de ser sentada por alguien en un auditorio, y es objeto de ser lanzada a alguien en medio de una trifulca, ya en el mundo real o en el virtual.

Pues bien, estos objetos en el territorio de lo incorpóreo y lo abstracto, son de nuestro interés en tanto posibilitan la operación mental de 'aprender' haciendo uso de ellos. El interés ya es nacional. El Ministerio de Educación, apoyándose en un grupo de universidades, lidera un proyecto de catalogación y adaptación de material educativo digital con miras a constituir Bancos de Objetos de Aprendizaje que posibiliten el acceso de la población a contenidos de alta calidad para usarlos en diferentes contextos educativos.
Bajo el marco de este proyecto, la construcción de 'Objetos de Aprendizaje' toma como punto de partida la de cualquier información que se encuentre almacenada en formato digital que sea susceptible de ser utilizada en ambientes de aprendizaje. Pero las exigencias van más allá de su forma digital; en su estructura interna los objetos han de poseer contenido, actividades de aprendizaje e información para su uso en contexto. Estructura que se dota además de un empaque conocido como metadato, datos de procedencia, identidad y uso potencial que posibilitan su catalogación, recuperación y aprovechamiento.
Los objetos en el mundo real tienen sentido en tanto se relacionan con otros objetos. Igual ocurre con los 'Objetos de Aprendizaje'. El valor del Banco de Objetos estriba en su calidad, interoperabilidad y consumo potencial en diversos ambientes pedagógicos. Varios elementos, ellos mismos objeto de aprendizaje, van trazando rumbo en este concierto: una granulación acorde con el sentido y uso potencial del objeto; una portabilidad apropiada para los nuevos dispositivos de consumo; y una lúdica que propicie la tan anhelada sensación del ocio-aprendizaje.